9 de diciembre de 2023
autora: Katarzyna Nowocin-Kowalczyk
texto del libro ‘Los secretos de los Desiertos de California’
Hace mucho mucho tiempo, el valle era una bonita, fértil y rica tierra, llena de fuentes naturales. En el punto más bajo se encontraba un lago grande rodeado por los árboles, prados y una vegetación exuberante. A la gente le gustaba asentarse en esa zona. Vivían de la tierra cultivando maíz, calabaza, judías, girasol y arboledas de mesquites que proporcionaban vainas nutritivas y madera dura. Las montañas circundantes abundaban en animales de caza.
En aquel entonces, una hermosa pero vacía, caprichosa y exigente reina gobernaba los Timbisha . Una vez deseó que se construyera para ella un palacio que con su hermosura y grandeza superara a cada palacio que había sido construido por sus vecinos del sur, los Aztecas.
La reina obligó a su pueblo a un trabajo duro y agotador. Para cumplir con sus requisitos, trasportaban mármol, cuarzo, piedras y troncos de madera desde lugares muy lejanos. No se quejaban, ya que lo real era sagrado. Sin embargo, los Timbisha iban volviéndose un pueblo esclavo.
Pasaban años sin estar el palacio finalizado. La reina empezó a preocuparse que pudiera morir antes de que el palacio fuese construido. Se volvió aún más exigente obligando a trabajar a su familia e incluso a su propia hija a la que obligó a unirse a los obreros que arrastraban piedras y troncos. Cuando el calor de la tarde hacía los obreros andar cansados y cabizbajos, la reina se les acercaba enfadada y azotaba con ira sus espaldas desnudas.
Una vez la reina pegó a su hija imputándole que trabajaba demasiado lento. Entonces, la chica tiró la carga de piedras que llevaba, se giró hacia su madre y maldijo alta y solemnemente a su madre y todo su reino. Luego, agotada por el calor y trabajo, se cayó y murió.
Solo entonces la reina comprendió adónde la llevó la obsesión, codicia y vanidad. Desgraciadamente, no sirvieron de nada las lágrimas ni lamentos. No se podía devolver la vida a la hija, mientras que el hermoso pueblo que había fundado su cultura en los valores familiares, amor y respeto de la tierra la reina lo convirtió en esclavos.
Pronto, la Diosa Naturaleza se volvió contra la reina vanidosa y le impuso, a su modo, una pena por su maldad. El sol caluroso hizo que los arroyos, los pozos y el lago se secaran; junto con el agua desapareció la vegetación, dejando solo la tierra agrietada. También, se fueron los animales. El fértil valle de antes se convirtió en un estéril, seco y caluroso desierto. Muchas personas murieron de hambre, los que sobrevivieron se fugaron con sus animales. La reina se quedó sola. Cuando enfermó de fiebre no había nadie que la acompañara, que cuidara de ella. Murió en soledad en su vacío y a medias acabado palacio.
Según la leyenda Shoshone, a veces, en un lugar lejano en el horizonte de un espejismo desértico, se puede ver aquel palacio inacabado.
©Katarzyna Nowocin-Kowalczyk (Catalina)
*****
La Reina de La Valle de La Muerte
Una leyenda de los indios Timbisha Shoshone historias del desierto
texto del libro
‘Los secretos de los Desiertos de California’
El Mojave, Colorado, La Gran Cuenca
vistos por una experta en culturas
autora: Katarzyna Nowocin-Kowalczyk
Traducido del polaco por Agnieszka Chmielińska.
fotos en el libro: Katarzyna Nowocin-Kowalczyk
👉 El libro está disponible en Amazon en tapa dura y en rústica;
en versión con fotografías en color o en blanco y negro;
en polaco, inglés y español
La Reina de la Valle de Muerte - Catalina lee polaco
Hermosa historia. Encontré historias más interesantes en tu libro. Aprendí muchas cosas interesantes. Cuentas historias maravillosamente, Katarzyna.
Gracias
Más historias, por favor.